China finalizará el año como segunda potencia mundial y Brasil cerrará 2010 en el octavo lugar, lo cual arrastrará al crecimiento a la Argentina dado la relación comercial con esos países. Así lo vaticinó un informe reciente de la consultora privada Ecolatina, la cual señaló que la recuperación se desacelerará pero continuará durante todo el año. Los signos de desaceleración en la recuperación mundial reavivaron la incertidumbre en los mercados financieros y reanimaron la discusión acerca de una posible recaída. Los cimbronazos financieros de las últimas semanas son en gran medida resultado de la nueva fase de crecimiento lento, luego de un primer semestre de reactivación acelerada.
La desaceleración en la recuperación de las economías avanzadas responde principalmente a una base de comparación interanual, a la debilidad del mercado laboral y a la lenta reacción del consumo privado, ya con escaso margen para ser compensado por el consumo público. De todas formas, las expectativas de crecimiento siguen siendo positivas aunque en los próximos años los países avanzados crecerán moderadamente.
Por más que existan riesgos que pueden suavizar el crecimiento, las bases para una nueva fase expansiva están sentadas y en gran medida descansan en la dinámica de las economías emergentes.
Brasil ya es la octava economía mundial y China finalizará 2010 con el segundo mayor PBI, lo cual constituye una excelente noticia para la Argentina en función de la relación comercial que mantiene con las dos potencias. Se estima que ambos países finalizarán el año con tasas de crecimiento elevadas y mantendrán un buen ritmo en 2011, dinamizando a los emergentes y apuntalando a la economía mundial. La discusión actual en Brasil gira en torno a los riesgos inflacionarios derivados de un posible sobrecalentamiento de la economía y al nivel en el que se debe ubicar el tipo de cambio (real/dólar). En el vecino país la inflación luce bajo control y para 2011 se proyecta que el tipo de cambio nominal se mantenga estable, con una leve apreciación real. El encendido mercado interno y la inversión continuarán siendo los principales motores del crecimiento en Brasil, dijo el informe de la consultora privada.
Pos su parte, el ritmo de crecimiento de la economía china sigue en niveles elevados, con la política monetaria y la recuperación de las exportaciones explicando gran parte del incremento. La discusión en China gira en torno al nivel adecuado del tipo de cambio, dado que, según el índice Big Mac, el yuan se encuentra 50% devaluado artificialmente. Si el yuan vuelve a fortalecerse contra el dólar, la Argentina recibirá un plus de competitividad y demanda de parte de la potencia asiática.
Pocos cultivos
Un informe elaborado por los economistas Demián Dalle y Fernando Zack, de la SID-Capítulo Buenos Aires, destaca que así como gran parte del crecimiento económico nacional depende fundamentalmente de las importaciones provistas por otros mercados (sean los casos de Brasil y China como los más emblemáticos), la seguridad alimentaria china depende de la capacidad de abastecimiento de aquellos países exportadores de materias primas (sea el caso de la Argentina) a causa de su baja capacidad cultivable (17% del territorio) y, en última instancia, de la necesaria expansión de inversiones chinas en sectores alimentarios por todo el mundo.
Durante 2009, el mercado de exportación nacional de porotos de soja fue ocupado por China en un 72%, mientras que su participación en el de los aceites contabilizó un 45%. Esto se debe a que el gigante asiático ha sostenido una estrategia política en la cual se ubica en el mundo como uno de los principales compradores de productos primarios, a fin de incorporar valor a estos productos dentro de las fronteras chinas, dadas las condiciones salariales y los niveles de tecnología con los que cuenta para realizarlo. A esto debe agregarse que el 70% de las exportaciones argentinas de esos productos se encuentra en manos de diez empresas y alrededor del 75% del mercado chino de las refinerías de aceite está, desde el 2004, bajo el control de compañías multinacionales (ADM, Cargill, Bunge, Louis Dreyfus); es decir, prácticamente los mismos actores privados concentrados que dominan el mercado a nivel mundial.
Brasil recibe 42% de la producción industrial exportada y según el instituto de estudios de la Fundación Mediterránea (Ieral). Jorge Vasconcelos, investigador jefe del Ieral, sostiene que este año el porcentaje treparía la "brasildependencia" se va a profundizar, fruto de la integración que protagonizan diferentes sectores industriales. El más claro ejemplo es el automotor, donde las terminales se reparten en general los modelos chicos para Brasil y los medianos para Argentina al 50%.